En 1979 se fundó en los Estados Unidos la Asociación Internacional de Dealers de Fotografia (AIPAD) que realiza anualmente un feria en el Park Avenue Armory, donde se congregan unas 80 galerías, las más representativas y especializadas de todo el mundo.
En marzo de 2011 visité esta Feria, que genera entre el público que la visita un extraordinario entusiasmo por apreciar y ver lo que hoy en día representa la fotografía en el marco del mercado de compra-venta de arte. Simultáneamente, las casas de subastas de Nueva York como Christie´s, Sotheby’s, Bonhams, Phillips de Pury, Swann y otras, aprovechan la afluencia de un público ávido por fotografias, para realizar subastas importantes de esta especialidad. Pero también lo hacen los museos y galerías, lo que demuestra, sin lugar a dudas, cómo creció este mercado en los últimos 30 años así como el interés del público en incorporarlas a sus colecciones especializadas y de arte en general. Se vive sin lugar a dudas un clima de “fotografía “.
La Feria tiene algunas características especiales y diferentes a las que estamos acostumbrados: por ejemplo, participan algunas librerías de libros usados que muestran sus “joyas ” de fotografía. Así por ejemplo, el libro Rome, de Klein se comercializa en unos u$s 3.000 dolares y un ejemplar autografiado de The decisive moments, de Cartier Bresson, en u$s 30.000. Pero ahí no terminan las sorpresas.
La galerías exponen un sinnúmero de fotógrafos, casi todos históricos de todo el mundo, muchas fotos en blanco y negro y pocas obras modernas o digitales. Se pueden comparar precios fácilmente ya que cada foto se expone, además de su información general, con el precio de venta al publico. Así, podemos ver fotos de Cartier Bresson vintage desde u$s 200.000 a u$s 300.000 y copias nuevas realizadas por la Fundación por unos u$s 15.000 y hasta u$s 30.000.- La competencia es abierta y expuesta a quien quiera saber cuánto piden por tal o cual pieza. Llama la atención al visitante la cantidad de fotógrafos de las décadas del 40 y 50 de origen húngaro que realizaban fotogramas y cuyos valores oscilaban entre los u$s 15.000 y los u$s 30.000 dependiendo de la imagen, tamaño y galería que las ofrecía.
Gran cantidad de fotógrafos, algunos conocidos, otros casi anónimos pero con tomas y copias de extrema belleza. Este mercado, aún incipiente según Emily Bierman VP de Sotheby’s del departamento de fotografia de Nueva York, crece sostenidamente desde hace 15 años a un ritmo promedio de 15%, lo cual estimula la inversión en el rubro. Si bien hay autores que duplican año tras año su valor, hay otros que aparecen y luego pierden su rumbo. Esto es lo que más llamó la atención en esta Feria que básicamente solo expone fotografía histórica, que garantiza de alguna manera que no sólo se está comprando una foto única y de época, sino también muestra que hay volatilidad en cuanto a nuevos fotógrafos o pintores que se incorporan a esta técnica de expresión.
Armory es un lugar céntrico en Nueva York, entre los negocios mas sofisticados de Park Avenue. Recorrer la Feria es fácil, atractiva y no lleva mucho tiempo. Los galeristas están por lo general muy ocupados, facturando y manteniendo reuniones con sus posibles compradores y reticentes a charlar con el público en general. La Feria es un tema serio, en el cual aprovechan cada minuto para dialogar y hacer sus negocios y ver qué tendencias se van dando año tras año.
La Galeria Vassari que expone hace años, presentaba a Jacques Bedel, Grete Stern, Anne Marie Heinrich y Anatole Saderman con otros autores locales, dialogando amigablemente con sus conciudadanos. Es que estas ferias, si bien son internacionales, también son muy localistas y saber quién es quién es fundamental para poder hacer las ventas deseadas. También vimos a Esteban Pastorino explicando sus fotografías en una galería de Los Angeles. Estamos aún alejados del ajetreo de este mercado, aunque ya son varios los intentos de galeristas y casas de subastas de hacer exposiciones y remates especializados en fotografia latinoamericana. Esta Feria dista bastante del glamour y eventos social de ferias como arteBA o Buenos Aires Photo, donde se ve mucha gente y pero quizás escasas ventas comparativamente, analizando las operaciones contra la presencia de visitantes, justo lo contrario de lo que se puede palpar en AIPAD.
Con relación a las ventas nadie brinda información detallada. Según algunos galeristas como Throckmorton, Bulger o Leroy de Francia, la tendencia se orienta hacia lo más caro, lo que demuestra que los compradores desean invertir con seguridad antes que arriesgarse a aventuras inciertas. A partir de la crisis del 2007, sale lo que se sabe hace años que la gente quiere; no obstante, también es riesgoso cuando los mercados fluctúan y se sigue hablando de recesión.
En Sotheby’s había una subasta de fotografías espléndidas, con algunos autores casi desconocidos pero de calidad indiscutida. Las fotos expuestas para la subasta que se realizó en marzo tenían imágenes increíbles y así fueron sus precios: Peter Beard nacido en 1938 logró una cotización extraordinaria: algunas imágenes superaron los u$s 200.000.- Por el contrario, las fotos de Irving Penn oscilaron entre 4.000 y 15.000. Un conjunto de extraordinarios trabajos de Richard Avedon ( fotógrafo de varias marcas de ropa y cosméticos) lograron récords de entre 150.000 y 350.000 cada uno. Por su parte, las fotos de Man Ray de 1953, marcaron récords de u$s 220.000 y 310.000. Estas cifras demuestras que el mercado sigue creciendo y avanzando día a día.
Seria interesante poder tener cada vez más presencia latinoamericana en estas ferias y subastas, para que los artistas fotógrafos de la región logren, como ocurrió con algunos pintores, mejores precios y una apertura en el contexto internacional de la fotografia.
En nuestra pagina pueden ver un pequeño catalogo de fotografias
Aqui pueden ver listado de fotografias
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